La belleza cuesta.

Es un trauma y una injusticia, no solo para l@s gord@s… sino para toda la humanidad, que todas las delicias del mundo, como los sopes… los tamalitos, cualquier garnacha… sean absolutamente engordadoras. Seamos honestos, es difícil ser flac@, a menos que seas uno de esos (malditos) afortunados a los que la naturaleza favoreció con un organismo ágil… es decir, que pueden tragar como marranos y no engordan un solo gramo… (ay, cómo los odio!!), pero si no es así, hay de 2 sopas: vivir eternamente a dieta y restringiendo cualquier tipo de antojo, además de mantener una rutina de actividad física… o, caer en la vieja trampa de 'de algo me he de morir' y dedicarte a tragar como marrano, engordando y enfermando a cada bocado.

Yo no sé si sea cuestión de actualidad, es decir, ser gordo no era taaaaaan malo en el pasado, ser gordo ahora, es una ofensa a la sociedad, un descaro vil y… la verdad, un placer de lo más culposo que pueda existir. Para las mujeres, ser 'robusta', en algún tiempo fue sinónimo de belleza, de fertilidad y, en consecuencia, de erotismo. Mientras más gorda, más tetas y más nalgas… por lo tanto, más de dónde agarrar. A ellos les encantaba…

Y les sigue gustando, ¡que no se hagan pendejos!

Pero la vida no es justa… de a poco nos hemos ido metiendo en una idea acerca, más que de la salud o los deseos, de la falsa belleza que se adhiere a los cánones establecidos por los medios de comunicación, mismos que se han encargado de meternos en la cabeza que, ya no hablemos de bienestar, la vida se trata de lograr la felicidad basada en 'pertenecer' o 'encajar' dentro de una imposibilidad.

Me he cansado de ver reality shows, reportajes y entrevistas de modelaje o danza, en los que las chicas… delgadísimas y hermosísimas, darían lo que fuera por comer como lo hace el común de las personas… es decir, no ensaladas, no frutos secos… darían lo que fuera por una rebanada de pizza, un hot dog o una torta de milanesa (ja!)… pero no, la belleza cuesta, las horas se consumen en gimnasios, pelotas de pilates y aguas libres de sodio.

La belleza cuesta… porque, si eres gordita, eres bella… y te costó un chingo tener esas 'pinshis shishotas', esas nalgas apetecibles… ¡claro!, los tacos no son gratis. ;)

Lau, la gorda.

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